Compra de viviendas en sobrestock por el Gobierno: ¿es una buena medida?

  • De acuerdo a expertos, la medida comentada por el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, sería un aporte a un segmento acotado del mercado inmobiliario, siempre y cuando su ejecución sea la adecuada.

Hace pocas semanas y, en medio de la crisis que enfrenta la industria inmobiliaria junto al sostenido déficit habitacional en Chile, el ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, planteó la posibilidad de la compra de viviendas por parte del Estado para contrarrestar el sobrestock en el mercado inmobiliario, lo que, según especialistas, sería una medida positiva para el sector.

De acuerdo a estimaciones del Minvu, actualmente, hay alrededor de 114 mil unidades que no han logrado ser comercializadas, llevando a un sobrestock que ha acomplejado a las empresas inmobiliarias durante este 2023.

Sobre la problemática, Cristián Martínez, fundador de Crece Inmobiliario, empresa encargada de asesorar inversionistas inmobiliarios y que cuenta con presencia en el mercado nacional e internacional, destaca que la actual escasez de viviendas en Chile se divide en dos dimensiones: “por un lado, hay una perspectiva privada que estima que la necesidad de viviendas asciende a más de 1 millón de unidades; y otra pública, teoría que es sostenida por el Gobierno, y que cifra esta urgencia en alrededor de 600 mil propiedades”.

De llevarse a cabo, la medida gubernamental contemplaría la posibilidad de adquirir propiedades avaluadas entre 1.600 y 1.800 UF, teniendo como objetivo atacar dos frentes: primero, satisfacer la demanda habitacional del país y, en segundo lugar, reactivar el sector de la construcción al disminuir el sobrestock, generando un mayor flujo de proyectos y, por consecuencia, aumentando los empleos, especialmente cuando las tasas de desempleo se han mantenido en torno al 9%.

Proceder con cautela

A pesar de aplaudir la medida, el especialista de Crece Inmobiliario indica que es importante actuar con cautela, sobre todo considerando que la iniciativa está enfocada en un segmento reducido.

“Esta medida resulta favorable siempre y cuando se ejecute adecuadamente, considerando que está destinada a unidades de un segmento específico y que es algo totalmente novedoso como política pública. También, considerando que este porcentaje no representa una cifra significativa dentro del total de viviendas en stock, es importante que las propiedades seleccionadas no estén exclusivamente concentradas en la Región Metropolitana, ya que en esa franja de precios la oferta de viviendas es limitada. Aquí es relevante poner atención a la estructuración y la logística de la propuesta, dado que las propiedades adquiridas como primera vivienda ofrecen numerosos beneficios, incluyendo el DFL2, los cuales deben ser aplicados correctamente”, comenta Cristián Martínez.