En un esfuerzo por fortalecer la seguridad vial y combatir el robo de vehículos, el gobierno chileno ha implementado dos medidas clave: una nueva Ley de Tránsito y la Ley CATI.
La nueva Ley de Tránsito, que entró en vigor el 4 de septiembre de 2023, ha establecido requisitos adicionales para los propietarios de vehículos. Según esta ley, todos los automóviles deben tener grabada la patente en los espejos y las ventanas. Esta medida tiene como objetivo principal facilitar la identificación de vehículos robados o con placas falsas, al tiempo que dificulta el comercio ilegal de piezas automotrices.
El subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara, destacó la importancia de esta medida como una herramienta adicional para abordar el robo de vehículos, que sigue siendo motivo de preocupación para el gobierno.
Los propietarios de vehículos tienen un período de 12 meses para cumplir con esta normativa sin enfrentar multas. Sin embargo, se recomienda encarecidamente a los conductores que realicen este procedimiento lo antes posible, tanto para proteger sus automóviles como para contribuir a la seguridad vial en el país.
Ley CATI y Seguridad Vial
La Ley CATI, o Centro Automatizado de Tratamiento de Infracciones, es una iniciativa del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones de Chile que tiene como objetivo primordial prevenir accidentes de tránsito y mejorar la seguridad en las carreteras.
Aprobada por el Congreso el 24 de enero de 2023, esta ley contempla la instalación de una red de dispositivos de cámaras tele radares y procesos automatizados para detectar infracciones de tránsito, especialmente el exceso de velocidad.
El objetivo central de la Ley CATI es reducir accidentes viales y salvar vidas al implementar una fiscalización automatizada de infracciones de tránsito. Según estadísticas del Ministerio de Transportes, aproximadamente el 30% de las muertes en accidentes de tránsito en Chile están relacionadas con el exceso de velocidad.
Esta ley aporta varios beneficios, incluyendo la reducción de accidentes viales, la liberación de recursos policiales para otras tareas de seguridad pública, un cambio conductual en los conductores y una mejora general en la convivencia vial.
En resumen, estas dos medidas, la nueva Ley de Tránsito y la Ley CATI, representan un paso significativo hacia una mayor seguridad vial en Chile. Proteger los automóviles y cumplir con las regulaciones de tránsito son esenciales para garantizar un entorno más seguro tanto para los conductores como para la sociedad en general.
