La economía japonesa se contrajo a una tasa anual del 1,2% durante el periodo de julio a septiembre, debido a que se redujo el consumo por el aumento de precios.
El producto interno bruto ajustado estacionalmente se contrajo un 0,3% respecto al trimestre previo, según datos difundidos el martes por la Oficina del Gabinete de la tercera economía más grande del mundo. La tasa anual muestra el crecimiento de la economía si la tasa trimestral se extendiera durante un año.
El PIB, o la suma del valor de los productos y servicios del país, estuvo por debajo de las expectativas de los analistas, luego de tres trimestres de crecimiento moderado. Al igual que muchas otras naciones, Japón ha pasado problemas luego de que la pandemia del coronavirus afectó al turismo y la producción industrial.
El consumo privado creció 0,3% en el periodo de julio a septiembre, una desaceleración respecto al crecimiento del 1,2% en el trimestre anterior. La inversión privada aumentó 1,5%, comparada con un crecimiento de 2,4% en el periodo previo.
Otro factor es la caída del yen japonés ante otras monedas, en particular el dólar estadounidense. La Reserva Federal de Estados Unidos ha ido ajustando la tasa de interés clave, pero el Banco de Japón no.
El diferencial en tasas de interés tiende a impulsar el valor de la moneda con las tasas de interés más elevadas respecto al país con tasas de interés cero o más bajas, como Japón, de acuerdo a los analistas. El dólar estadounidense, que se comercializaba a unos 115 yenes japoneses hace un año, ahora tiene un valor de alrededor de 140 yenes.
Aunque el yen débil solía servir como impulso para las exportadoras japonesas como Toyota Motor Corp. y Nintendo Co., también hace que las importaciones sean más costosas. Los datos de PIB más recientes muestran un descenso en las exportaciones.
Un yen débil es devastador para las importaciones, especialmente para Japón, que importa casi todo su petróleo, así como gran parte de sus alimentos. La guerra en Ucrania también ha hecho subir esos precios.
La inflación en Japón, que ronda el 3%, es moderada en comparación con la de Estados Unidos y otros países. Pero sigue siendo perceptible, ya que todo, desde las tarifas de los taxis hasta los aperitivos envasados, sube de precio.